Adios a las piernas cansadas

¡Hola de nuevo!

Aprovechando que el calor aumenta hoy voy a tratar un tema que preocupa mucho sobre todo a las mujeres y más en esta época del año, el síndrome de las piernas cansadas.

Es una dolencia que afecta a entre un 20% y un 30% de la población, sobre todo mayores de 50 años siendo 5 veces más frecuente en mujeres que en hombres, siendo más habitual en países nórdicos y centroeuropeos que en países mediterráneos.

¿En que consiste?

Las venas que recorren  nuestras piernas tienen como función llevar la sangre de vuelta hasta el corazón, cosa difícil ya que estando de pie tienen que hacerlo en contra de la gravedad; esto se consigue con la ayuda de los músculos que las rodean que ejercen presión y con la participación de unas válvulas o puertas que impiden que una vez que pasa la sangre vuelva hacia abajo.

Cuando este sistema de impulso hacia arriba no funciona correctamente, la sangre se estanca, las venas se dilatan y como consecuencia la sangre pasa a otros tejidos apareciendo la sensación de pesadez, hinchazón y en casos más severos las varices.

¿Cuáles son los síntomas?

Como he comentado pueden producir hinchazón, cansancio, sensación de hormigueo, picores, calambres o aparición de varices. Todos estos síntomas empeoran al estar de pie mejorando al estar sentado o tumbado y se agudizan con el calor.

Además intervienen otros factores que pueden agudizar el problema como la menstruación, el embarazo, la toma de anticonceptivos orales o bien tratamientos hormonales sustitutivos en la menopausia.

¿Cuáles son los factores que influyen en el síndrome de las piernas cansadas?

1. Edad, al aumentar ésta, aumenta la patología por una cuestión de desgaste fisiológico.

2. Antecedentes familiares, (esto también se hereda), tener un pariente con varices aumenta hasta un 45% la probabilidad de tenerlas, si son padre y madre aumenta hasta un 90%.

3. Enfermedad circulatoria previa.

4. Tener pies planos, ya que el sistema de bombeo muscular no se realizará correctamente.

5.Sedentarismo, las personas que no hacen ejercicio o están mucho tiempo sentadas o de pie tienen más facilidad para padecerla. 

6. Obesidad, al aumentar la cantidad de grasa se dificulta el bombeo.

7. Estreñimiento, igual que en el embarazo ambos aumentan la presión abdominal dificultando el retorno.

8. Llevar ropa ajustada, por la misma razón que en el punto anterior.

Poner las piernas en alto por encima de las caderas y sin cruzarlas.

Elevar las piernas al dormir con una almohada unos 20 cm.

Huir de las fuentes de calor directas radiadores, braseros o del sol excesivo; el calor produce vasodilatación y a la sangre le costará más retornar.

Hacer ejercicio físico al menos 30 minutos al día, andar, correr, montar en bici...etc

Llevar prendas amplias y calzado cómodo con poco tacón; este sitúa al pie en una postura poco natural que impide la circulación.

Controlar el peso y evitar el estreñimiento.

Realizar duchas alternativas con agua fría y templada para aumentar el tono venoso, así como realizar masajes de modo habitual siempre en dirección ascendente de los pies hacia la cadera.

Soluciones para el síndrome de las piernas cansadas

1. Uso de medias de compresión

Es el tratamiento más antiguo, eficaz, y utilizado, así como el más avalado por la experiencia clínica, su eficacia en el tratamiento de los problemas de retorno venoso está avalado por la evidencia científica.

Consiste en utilizar medias de compresión decreciente desde el tobillo hasta la cintura, el muslo o la rodilla dependiendo de la largura indicada; con el movimiento continuo de nuestro día a día la media irá comprimiendo y esto hará un efecto bombeo que arrastrará el flujo sanguíneo hacia arriba.

Es importante utilizar las medias de la compresión adecuada y de la medida exacta; muchas personas se “ empeñan” en utilizar tallas grandes en exceso porque creen que van a tener más comodidad cuando en realidad sus efectos en ese caso disminuirán de modo significativo.

También recuerdo siempre que las medias de compresión no se ponen como una media normal, si no del revés ya que así se facilita su colocación y el uso más continuo de ellas.

Ante el rechazo de algunas personas no me queda más que animarlas a su uso ya que el efecto de confort que producen es inmediato y tanto los modelos como los colores han mejorado enormemente en los últimos años.

2. Uso de tratamientos venotonicos

Son un complemento perfecto al uso de las medias de compresión, pueden ser de origen natural o sintético y se utilizan principalmente durante los meses de verano; entre los de origen natural figuran plantas como el Ginkgo Biloba, la Hamamelis Virginiana, el Rusco, el Castaño de Indias, la Vid Roja o la Centella Asiática.

Pueden combinarse los productos orales con masajes ascendentes asociados a productos por vía tópica para aumentar la eficacia.

3. Tratamientos quirúrgicos

Utilizados en los casos más graves o cuando el resto de las medidas o tratamientos no han surtido efecto.

Si has llegado hasta aquí, significa que mi articulo te ha parecido cuanto menos interesante, asique déjame decirte que en este caso como en tantos otros la prevención resulta fundamental ya que puede evitar cuadros más graves que serían ya permanentes.

Por ultimo, insistir en la idea de que hacer ejercicio mejora el retorno venoso, y con ello el molesto síndrome de las piernas cansadas, por eso quiero dejaros un enlace a una tabla de ejercicios confeccionado por el SEFAC (Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria) 

Pincha aquí

Te animo a que lo intentes, no te llevará mucho tiempo y a cambio obtendrás grandes beneficios que repercutirán en tu salud y bienestar.

Nos vemos la proxima semana con mas contenidos de interés, mientras tanto sigue disfrutando del verano y ya sabes que puedes dejarnos aquí, en nuestras redes sociales, a través de la web o en la farmacia física, tus dudas, consultas o sugerencias sobre este u otros temas que te preocupen.

Gracias por tu confianza

Buen fin de semana y mucha salud para tod@s!!

Escrito por:

PALOMA

Paloma Ramírez Alonso 
Licenciada en Farmacia 
Máster en Dermofarmacia 
Máster en Atención Farmacéutica 

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